• News
    • Celebrities
    • Realeza
    • Sociedad
    • Cine
    • Televisión
    • Música
  • Moda
    • Tendencias
    • Artículos
    • Looks
    • Diseñadores
    • Modelos & Iconos
    • Marcas
    • Complementos
    • Niños
    • Hombres
  • Belleza
    • Cara
    • Cabello
    • Cuerpo
    • Looks
    • Maquillaje
    • Tratamientos
    • Perfumes
    • Celebrities
    • Marcas
    • Hombres
  • Fit
    • Entrenamiento
    • Dietas
    • Nutrición
    • Cuerpo
    • Mente
  • Pareja
    • Amor
    • Sexualidad
    • Salud
    • Divorcio
    • Relatos
  • Padres
    • Alimentación
    • Salud
    • Psicología
    • Educación
    • Ocio
    • Calculadoras
    • Nombres
    • Canciones infantiles
    • Dibujos para colorear
    • Diccionario
  • Cocina
    • Recetas
    • Nutrición y dieta
    • Alimentos
    • Gastronomía
    • Restaurantes
  • Hogar
  • Salud
    • Medicamentos
    • Enfermedades
    • Cáncer
    • Menopausia
    • Alergias
    • Dietética
    • Vida sana
  • Psicología
    • Terapia
    • Ansiedad
    • Depresión
    • Emociones
    • Coaching
    • Relaciones
  • Mascotas
    • Perros
    • Gatos
    • Peces
    • Pájaros
    • Roedores
    • Exóticos
  • Viajes
    • Destinos
    • Consejos
    • Vuelos
    • Hoteles
    • Guía de Japón
  • Horóscopo
    • Zodíaco
    • Horóscopo chino
    • Tarot
    • Numerología
    • Rituales
    • Test de compatibilidad
Buscar
MODA QUE CONTAMINA

Cómo evitar que nuestra ropa vieja termine contaminando el mar

Cómo evitar que nuestra ropa vieja termine contaminando el mar
Francisco José Gómez González
Última actualización: 21 Marzo 2018
¡Comenta!
Millones de microfibras llegan al mar cada año y ya se han encontrado en los conductos estomacales de muchas especies marinas.

La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, solo por detrás de la del petróleo. Cada vez que te compras un modelito nuevo porque no sabes qué ponerte, estás contribuyendo a la emisión de varias toneladas de CO2 y a la contaminación de nuestras aguas.

Cada vez se compra más ropa, incluso sin necesitarla. Las formas de producción poco éticas (trabajo infantil, sueldos muy bajos, largas jornadas, etc) que son comunes en los países subdesarrollados en los que se fabrican nuestras prendas han abaratado los costes de producción y, consigo, el precio final del producto.

Pero aunque parezca que la ropa que compramos está 'tirada de precio', realmente se está pagando uno muy alto por ella. La industria de la 'moda rápida' provoca un gran impacto negativo en el medioambiente incluso después de haber finalizado el proceso de producción. Al gran consumo eléctrico y de materias primas como el algodón, seguido de la contaminación por productos químicos como ácidos o tintes, hay que sumarle la polución del agua durante la fabricación y el posterior uso de las prendas.

Así, al evidente consumo y contaminación del agua que se produce mientras se crea la ropa de nuestros armarios, hay que sumarle el que se provoca en el momento en que la prenda pasa a ser de nuestra propiedad. Cada vez que se lava, se contribuye a la contaminación del agua por los detergentes o suavizantes y las recientemente descubiertas microfibras.

Cada vez que se lava la ropa se contribuye a la contaminación del agua por las microfibrasCada vez que se lava la ropa se contribuye a la contaminación del agua por las microfibras

Por poner un ejemplo, cada vez que se lava un forro polar se están vertiendo en el mar unas 1.900 microfibras contaminantes. A priori puede parecer que algo tan pequeño resulta inofensivo, pero lo cierto es que la mayoría de estas microfibras están de tejidos plásticos que son ingeridos por toda la fauna marina, entrando de forma directa en nuestra cadena trófica.

Llegados a este punto, se hace imperioso un cambio de actitud y mentalidad en los hábitos de consumo de ropa. Si no queremos que nuestros océanos acaben convirtiéndose en un gran mar de plástico, se debe comenzar a aplicar la sencilla norma de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar.

Reducir

Es la principal acción que se debe llevar a cabo para acabar (o al menos reducir) con la polución de nuestras aguas. Un estudio de Greenpeace afirma que se compra un 60% más de prendas de ropa cada año y que se conservan la mitad de tiempo de lo que se hacía hace 15 años. De hecho, la industria de la ropa ha crecido de forma imparable y se estima que seguirá haciéndolo hasta llegar a los 2,1 billones de ventas en 2025.

Ante este panorama, se debe empezar a reducir el consumo masivo de moda 'prêt-à-porter' y limitarse comprar lo estrictamente necesario. Un consejo para saber si de verdad precisas esa prenda que estás a punto de comprar es preguntarte: "¿podría sustituir esta prenda por una que ya tengo en mi armario?". Si la respuesta es "sí", será mejor que vuelvas a colocarla en la tienda. Tu bolsillo y el medio ambiente te lo agradecerán.

Para que el océano no se convierta en un gran mar de plástico, se debe comenzar a reducir, reutilizar y reciclar.Para que el océano no se convierta en un gran mar de plástico, se debe comenzar a reducir, reutilizar y reciclar.

Disminuir el número de veces que se lava la ropa también es muy importante para evitar que las dañinas microfibras lleguen al mar. Siempre que no se haya manchado y dependiendo del tipo de prenda y de lo qué se haya hecho con ella, suele ser suficiente con lavarla una vez a la semana. Incluso el director de la conocida Levi's aseguró que llevaba un año sin lavar sus vaqueros, y que pasar un paño húmedo es suficiente para limpiar este tipo de pantalones.

Reutilizar

Como se ha apuntado anteriormente, hoy la ropa solo se conserva la mitad de tiempo de lo que se hacía hace 15 años. Parte de culpa puede achacarse a la mala calidad de las prendas que se producen actualmente, pero tampoco es menos cierto que la vida útil de las prendas se acorta mucho por el mero hecho de 'cansarse de ellas'.

Existen muchas formas de reutilizar la ropa, desde hacer que se herede entre hermanos y primos hasta customizar las prendas que hayan pasado de moda. El DIY (Do It Yourself) está a la orden del día y personalizar la ropa se ha convertido en tendencia. Además de contribuir a la mejora del medio ambiente, darás a tu ropa un aire fresco y único que hará que esa prenda vuelva a ser la favorita de tu armario.

En cuanto a la donación, aunque de primeras pueda parecer un acto solidario, algunos países están prohibiendo la entrada a sus fronteras de ropa de segunda mano. En África, la gran cantidad de este tipo de prendas se amontona en las calles contaminando aún más el entorno y dificultando el despegue de las empresas textiles locales. Una buena opción es llevar la ropa a organizaciones que actúen dentro de tu localidad o venderla en tiendas de segunda mano aprovechando el auge del estilo 'vintage'.

Puedes donar la ropa o venderla en tiendas de segunda mano aprovechando el auge del estilo 'vintage'Puedes donar la ropa o venderla en tiendas de segunda mano aprovechando el auge del estilo 'vintage'

Incluso la ropa más vieja y andrajosa puede reutilizarse como pijamas o disfraces, y sí está demasiado vieja o rota, para hacer trapos de limpieza. En Internet se encuentran miles de tutoriales e ideas para dar una segunda vida útil a tu fondo de armario.

Reciclar

Cuando ya se ha sacado el máximo provecho del textil y resulta imposible reutilizarlo de cualquier manera, el último paso es reciclarlo. La ropa de la que te quieras deshacer debe depositarse en un contenedor especial para ser reciclada. Si no tienes claro en que punto se encuentra, seguro que en la web de tu administración local encuentras información al respecto.

Algunas tiendas de ropa son conscientes del gran impacto medioambiental que provocan y han instalado en sus establecimientos puntos de recogida de ropa para reciclar. Además, suelen ofrecer descuentos o promociones por el simple hecho de contribuir a mejorar el estado del mar.

Artículos recomendados