Muchas veces antes de dormirnos nos gusta leer un buen libro, repasar nuestra agenda para el día de mañana o incluso hacer unas tareas en el ordenador, es por esto por lo que todos en algún momento de nuestra vida nos planteamos tener una luz de apoyo en el dormitorio para que podamos leer o trabajar más a gusto.
Sin embargo, antes de volvernos locos y elegir una lámpara cualquiera deberemos tener en cuenta algunos factores para que nuestra elección sea la más acertada, es por esto por lo que, si estás planteándote alguna de estas cosas, desde Bekia te traemos toda la información que necesitas saber para escoger la luz ideal para el dormitorio.
Vives solo o con pareja
Si estás pensando en instalar alguna luz en la cama para leer, trabajar o simplemente para estar con el móvil lo primero que debes tener en cuenta es sí vas a dormir solo o con alguien y es que cada persona es un mundo; hay personas que pueden dormir con ruido y con luz, sin embargo, hay otros que cualquier tiempo de perturbación puedes causarles que no puedan dormir o que les cueste. Es por esto por lo que antes de elegir cualquier tipo de luz deberás tener en cuanta si duermes solo o acompañado.
Si duermes solo no hay ningún problema ya que serás tú el que decida qué lámpara comprar, pero si, por el contrario, duermes acompañado deberás tener en cuenta si tu pareja es muy quisquillosa o no, si lo es será mejor que te acompañe a elegir la lámpara ya que como traigas alguna que produzca demasiada luz o le sea molesta esto será motivo de discusión entre los dos.
¿Es realemnete la iluminación general una mala idea?
Muchas personas piensan que si, sin embargos muchos expertos apuntan a que una iluminación general de la habitación es lo ideal para la buena salud de la vista ya que es la que más se asemeja a la luz natural por lo que nuestros ojos no tendrán que adaptarse a una nueva luz.
Además, hoy en día con los sistemas led no se dispara el consumo de electricidad como pasaba antes con la luz halógena por lo que esto no es inconveniente. No obstante, sabemos que cada persona tiene sus manías a la hora de estar en la cama y que prefieren tener una luz de apoyo y que la habitación no esté por completo ilumina por lo que si ese es tu caso lo mejor será los apliques direccionales.
El tamaño de la cama
Lo primero que deberemos tener en cuenta es el tamaño y la altura de la cama si lo que queremos es poner un aplique. Esto es fundamental ya que necesitamos que coincida exactamente con la mesita y la cama. Si lo que se quiere es esa lámpara para leer por la noche la iluminación general no es la opción más recomendable ya que para el ojo es mejor que nos apoyemos en una luz específica.
Una buena opción seria la de elegir una lámpara o un aplique con sobremesa con pantalla para crear una luz ambiente en la habitación y un lector led para enfocar el libro. Así mismo mediante el uso de una luz indirecta se puede crear un ambiente acogedor en el resto de la habitación para que esta no se quede a oscuras.
Los mejores apliques
La mejor opción para aquellas personas que solo quieren tener un poco de luz o quieren focalizarla en una única dirección son los apliques ya sean articulados en la pared o en el cabezal de la cama.
Esta opción es ideal también para aquellas personas que no dispongan de muchos metros cuadrados en su dormitorio ya que estas lámparas son muy decorativas, pero tampoco son invasivas, lo que quiere decir que no ocuparán mucho espacio en tu habitación.
Para escoger el mejor aplique para ti deberás tener en cuenta tres factores muy importantes:
El color de la luz
Algo muy importante es el color de la luz que vamos a utilizar ya que esto influye directamente en la salud de nuestros ojos. Lo mejor es que optemos por una luz fría, preferiblemente azul o blanca ya que esta se asemeja más a la natural y propicia que nuestros ojos no se cansen. Así mismo, es importante tener en cuenta la potencia de la lámpara ya que si le queremos para leer deberá adaptarse a unos niveles adecuados para que la vista no se canse. Es por esto por lo que la mejor opción es elegir una lámpara cuya luz sea regulable.