A día de hoy nadie puede vivir sin teléfono ni sin internet, ni siquiera nuestros padres o abuelos, que hasta hace muy poco se quejaban de lo enganchados que estábamos a las tecnologías y ahora nos mandan más memes de los que hemos enviado nosotros nunca. Tanto el teléfono como internet son imprescindibles en nuestro día a día ¿dónde han quedado el correo postal o los sms?, ya nadie los recuerda, el teléfono y las aplicaciones de mensajería instantánea han sustituido a estas viejas glorias y ya no hay marcha atrás. Pero no solo no podemos imaginarnos nuestra vida personal sin estas dos herramientas, si no que casi todas las empresas ya dependen de las redes sociales y, por lo tanto, de internet para estar conectados constantemente con los usuarios y mantener un flujo de servicio. De esta dependencia se sirven las compañías telefónicas, por lo que los precios que ofrecen son cada vez más y más altos. Por todo ello, si quieres aprender a ahorrar algo de dinero en tus facturas de teléfono e internet, toma nota de nuestros consejos, ya que te ayudarán a acabar el mes con más dinero en el bolsillo.
Conocer tu perfil de usuario
El primer paso antes de contratar cualquier servicio, es necesario saber cuál es el uso real que vamos a hacer del mismo. Para ello es recomendable revisar las últimas dos o tres facturas de teléfono y de internet. Debemos fijarnos en el total de los minutos que hemos consumido, lo más habitual es que no pasan de 200 minutos ya que cada vez se usan menos las llamadas tradicionales, por lo tanto, ¿qué necesitad hay de pagar por llamadas ilimitadas? Exactamente lo mismo sucede con internet.
Si únicamente lo usamos para navegar por las redes sociales o el correo electrónico no necesitamos una velocidad excesivamente alta, 50 MB será más que suficiente. Sin embargo, si usamos la red con diferentes aparatos, smart tv, juegos online, y otro tipo de conexiones más potentes, es mejor que optes por 300 MB. Conocer qué perfil de usuario somos hará que adaptemos nuestra tarifa a lo que necesitamos y no gastemos de más, por lo tanto es una de las mejores formas de ahorrar.
Cómo usar la tecnología en casa
En este punto debemos tener en cuenta el uso que hacemos de la señal wifi, pero también de los datos. En cuanto al wifi, si piensas que va demasiado lento y que necesitas contratar más megas o, quizás, pasarte a la fibra óptica, antes debes seguir una serie de pasos, no vaya a ser que incrementes tu gasto en la factura sin necesidad. Es importante que te asegures de que el aparato del router esté colocado de manera adecuada y en un sitio que pueda llegar a toda la casa por igual, ya que si está más lejos de alguna habitación es probable que en ella haya menos cobertura. Una vez hecho esto, coloca las antenas externas en forma de uve, es decir, en ángulo recto hacia arriba, además deben estar un poco elevadas para esquivar obstáculos que reduzcan su señal, por ejemplo metales, agua, azules o espejos, así como de otros dispositivos que aunque no nos demos cuenta hacen interferencia. Por último, una forma sencilla de averiguar si tu wifi funciona a la velocidad contratada y cuál es el mejor lugar para poner el router es descargándote una app para verificara el wifi, hay muchas en el mercado como Speedtest by Ookla, NetSpot, o Network Speed Test.
En cuanto a los datos, es importante ahorrarlos para no tener que contratar gigas adicionales. Por ello, cuando llegues a casa debes desconectar los datos de tu teléfono móvil y aprovechar el wifi, ya que los móviles complementan la conexión con tu información. Así pues, también es importante que si deseas descargarte alguna aplicación, capítulo de serie u otro contenido, esperes a hacer en casa o con alguna otra señal wifi, ahorrando datos de manera notables. Haz lo mismo con el streaming y notarás la diferencia.
Compara las distintas compañías
Cuando ya conozcamos el uso real que hacemos de estos dos servicios es hora de buscar la compañía con la tarifa que mejor se adapte a nuestras necesidades. A veces por las prisas de contratar internet para tenerlo cuanto antes nos lanzamos a contratar la primera compañía que vemos por la calle o anunciada en televisión, pero no debemos hacer esto, ya que sin barajar el resto de opciones, posiblemente, nos equivoquemos con nuestra elección.
Por eso lo más importante es poner sobre la mesa todas las tarifas que podemos contratar y compararlas, teniendo en cuenta que cuando eres un nuevo cliente siempre te ofrecen grandes ofertas, sin embargo, debemos asegurarnos de cuál será el precio que pagaremos en el futuro. Además, debemos tener en cuenta que muchas veces la cuota de línea no está incluida en los precios que se ofertan y son alrededor de 15/20€ más cada mes. Es verdad que este paso puede ser bastante aburrido, pero hay páginas web que nos facilitan dicha labor, ya que comparan las tarifas existentes en el mercado con las necesidades que nosotros tenemos, por lo que no es necesario que visitemos todas las tiendas de telefonía para encontrar el precio que nos hará ahorrar.
¿Diferentes compañías para cada servicio?
A día de hoy es habitual encontrarnos "packs" que incluyen diferentes servicios (teléfono, internet, televisión...), y que a priori parece que son más baratos que si los contratamos por separado. Sin embargo, dependiendo del uso personal de cada uno, a lo mejor nos resulta más rentable escoger ambos servicios por separado. Es verdad que esta opción no es la más común, pero si quieres ahorrar al máximo puede que lo más adecuado sea contratar el teléfono en una compañía distinta a la que tenemos como servidora de internet. Además, si tenemos teléfono fijo debemos plantearnos la necesidad del mismo, ya que puede que con la tarifa que hemos contratado de móvil sea suficiente, aunque en el caso de ser necesario existen tarifas especiales para números frecuentes, llamadas a móviles o fines de semana, que puede que sean útiles para nuestras necesidades.
Usa las apps
Una vez has seguido todos los pasos anteriores ya puedes estar seguro de haber contratado el servicio que más se adapta a tu consumo y más te permitirá ahorrar. Pero, por si acaso, te recomendamos que seas precavido y uses las distintas apps que hay en el mercado para controlar que tu factura no sea una sorpresa. Esta herramienta es de gran utilidad, además es gratis, por lo que nuestro consejo es que te lances a buscar la adecuada para ti y no tendrás que volver a sufrir cuando veas tu recibo de teléfono e internet.
Como último consejo, ten en cuenta que existen apps de mensajería instantánea que probablemente ya utilices para chatear, y que te permiten hacer llamadas gratuitas a través de una red de internet, como, por ejemplo, WhatsApp, Skype o Facetime si eres de IOS, así que aprovéchalas. Eso sí, desconecta tus datos y hazlo a través de wifi.