Caléndulas: tipos, características y cuidados

La caléndula es una de las plantas más apreciadas dentro de la jardinería, donde también se conoce con el nombre de Botón de oro o Maravilla. Su nombre científico es el de Calendula officinalis y es una planta que pertenece a la misma familia que los crisantemos o las margaritas. La mayoría de los ejemplares que se pueden encontrar hoy provienen de la zona del Mediterráneo y de Asia, pero es una flor que en sus inicios llegó de Egipto, por lo que está acostumbrada a climas más bien cálidos y a la exposición solar directa. Debido a que es una planta que se lleva cultivando durante miles de años, son muchas las creencias y teorías que han surgido a su alrededor. Por ejemplo, en la cultura griega se creía que la caléndula era el símbolo del sol, mientras que en numerosas culturas se le atribuía el poder de eliminar los pensamientos negativos o de ayudar a que los deseos se hagan realidad.

Características de esta planta

Se pueden encontrar una gran variedad de caléndulas, por lo que su altura también varía enormemente entre un ejemplar y el otro, pudiendo tener una altura mínima de 15 centímetros y máxima sobrepasando el metro. Sus flores se tiñen de colores amarillos y anaranjados, mientras que sus hojas de forma ovalada son de un intenso color verde y pueden llegar a tener una longitud de hasta 10 centímetros. La etapa de floración de la caléndula es bastante larga al comenzar al inicio de la primavera y permanecer así hasta le llegada del invierno, ya que es una planta que resiste muy bien las temperaturas bajas de hasta 2 o 3 grados bajo cero. Precisamente por su frondosa y colorida floración, además de por no necesitar grandes cuidados, la caléndula es una planta de lo más apreciada en la jardinería.

Tipos de caléndulas

En la actualidad se pueden encontrar hasta 20 especies diferentes de esta flor, la mayoría con espectaculares flores cuyos pétalos se tiñen de tonalidades amarillas, naranjas y rojas. Entre los tipos de caléndulas más conocidas y cultivadas se encuentran:

La altura de las caléndulas varía mucho y pueden llegar a medir un metro

• Caléndula africana: también se conoce como caléndula americana y tiene un tallo que puede sobrepasar hasta el metro de altura. También sus flores tienen un tamaño bastante grande y con forma redondeada que se tiñen de colores como el amarillo, el naranja o el beige.
• Caléndulas francesa: esta variedad tiene una altura de entra 15 y 50 centímetros y sus flores se caracterizan por ser dobles con pétalos que nacen en forma de borla, similar a la caléndula africana. Sus tonalidades pueden variar entre el amarillo, el dorado, el naranja o el rojo.
• Caléndula triploide: esta variedad es una mezcla entre la caléndula africana y la caléndula francesa. Por lo tanto, al tratarse de una especie híbrida, es muy difícil establecer un patrón de colores determinados.
• Caléndula mexicana: se caracteriza por su aroma similar al anís cuando sus pétalos se rompen. Al igual que ocurre con la caléndula francesa, la mexicana también puede alcanzar hasta el metro de altura, aunque sus flores son bastante pequeñas y no sobrepasan los 2 centímetros.

Cuidados básicos

La caléndula no es una planta que requiera de una atención constante, por lo que es perfecta para aquellas personas que no tienen demasiado tiempo de cuidar su jardín o para quien se está iniciado en el mundo de la jardinería. A la hora de plantarla se puede hacer de un ejemplar adulto en floración o bien de semillas y se puede optar por hacerlo tanto en un jardín como en una maceta. La mejor época para hacerlo es durante la primavera o el otoño, pero asegurándose siempre de que la planta está colocada en un lugar en el que le de el sol de manera directa.

Debe regarla de forma moderada

Para plantar la caléndula a partir de las semillas habrá que empezar por encontrar el semillero o maceta adecuada, ya que deberá tener agujeros en su parte inferior para el drenaje del agua. Luego se debe rellenar el hueco con sustrato y regar hasta que la tierra esté ligeramente húmeda -pero no encharcada- para después poner 1 o 2 semillas en cada semillero ligeramente separadas la una de la otra. Cubre las semillas con una capa fina de sustrato y luego vuelve a regar con agua usando un pulverizador. Por último, coloca el semillero en una zona en la que le de el sol de manera directa y riega de forma regular. El tiempo aproximado de germinación es de 1 o 2 semillas, y cuando la planta ya tenga una altura de 5 centímetros y podrá pasarse a una maceta.

En cuanto al riego de la caléndula, éste debe ser moderado para evitar que la tierra se encharque, con una regularidad de 2 semanas en verano. Por el contrario, durante los meses de frío no será necesario el riego más que 2 o 3 veces. En lo que se refiere al sustrato, no es una planta que sea demasiado exigente, pero siempre habrá que asegurarse de que la tierra tenga un buen drenaje. La etapa ideal del abonado será durante la primavera y el verano, con una frecuencia de más o menos 15 días. Una vez finalizada la floración, a principios del invierno habrá que podar la caléndula para que ésta vuelva a crecer de forma más fuerte. Para ello tan solo hay que quitarle las ramas marchitas y cambiar la tierra si está plantada en una maceta. Por último, el pulgón, la mosca blanca o las orugas nocturnas son algunas de las enfermedades que más suelen afectar a esta planta y que se deben tratar de evitar tomando las medidas adecuadas.

Se ha convertido en un ingrediente esencial de la cosmética

Propiedades de las caléndulas

Esta planta no sólo se usa para la decoración del jardín o en platos o cuadros cuando sus flores están secas, sino que también se le han reconocido ciertos beneficios para la salud que la han convertido en un ingrediente esencial en la cosmética. Por ejemplo, en su uso externo puede ser muy beneficioso para la piel, por ejemplo ayudando en la curación y cicatrización de heridas y cortes. Pero, además, por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y su acción calmante se suele utilizar en picaduras, quemaduras y hongos. Otra forma de consumirla es en infusión, hirviendo algunos pétalos secos o frescos con un poco de agua para usarse como remedio digestivo o para desintoxicar el organismo.