El maquillaje está de moda. Los canales de YouTube especializados en maquillaje y belleza, las revistas de moda, incluso algunos programas de televisión, nos hablan maravillas del maquillaje y de según qué productos. Y es que la concepción que había antiguamente de la cosmética ha cambiado mucho; si antes únicamente se contemplaba el maquillaje como algo "corrector", ahora es un arte del que disfrutar es muy sencillo. Cualquiera que tenga buena mano y conocimientos, con una pequeña paleta de sombras y algún que otro producto añadido, puede crear auténticas maravillas.
El problema viene cuando, de repente, nos encontramos con una colección de maquillaje medianamente amplia que no sabemos cómo encajar en nuestro hogar. ¿Dónde guardamos ahora todas esas paletas de sombras, las bases de maquillaje, los labiales? ¡No es fácil! Porque dependiendo del tamaño de la colección, necesitaremos más o menos espacio. Y, seamos sinceros con nosotros mismos: nos gusta que nuestra colección esté cuidada, presentable y a mano, para que podamos usarla en cualquier momento sin ningún tipo de complicación.
Hoy hemos querido enseñaros tres formas diferentes de guardar vuestro maquillaje en el baño, una estancia perfecta para almacenarlo todo, puesto que es el sitio donde se suele tener el espejo y donde es habitual maquillarse. Cada forma irá enfocada al tamaño de tu colección, aunque siempre puedes coger la que más se adapte a tus necesidades y mejorarla.
1. Colección pequeña: baldas con cestos
Si tu colección de maquillaje es pequeña y tu baño tampoco es demasiado grande, lo mejor que puedes hacer es comprar unos pequeños cestos y ponerlos en baldas. Si no tienes baldas, debes saber que comprar dos o tres (o incluso una, si no necesitas más) no te saldrá demasiado caro, y lo positivo de este tipo de almacenaje es que apenas ocupa espacio.
Lo ideal sería que tuvieras al menos tres cestos, de esta forma podrías dividirlo todo para que estuviese ordenado. En uno de los cestos podrías poner todo lo relacionado con productos de la cara, como bases de maquillaje, polvos compactos, polvos translúcidos, iluminadores y contornos; incluso podrías añadir aquí rubores y máscaras de pestaña. En otro cesto podrías poner todo lo relacionado con sombras de ojos, e incluso algún producto del rostro que no te cupiera bien en el primer cesto; y, por último, un cesto totalmente dedicado a los labios. Aquí podrías poner tanto tus labiales como cacaos, e incluso exfoliantes labiales que puedas tener sueltos.
Dependiendo del tamaño de tu colección, y del espacio del que dispongas, podrías poner más cestos o menos e ir distribuyendo de formas diferentes. Hay ocasiones en las que, por ejemplo, se tienen muchos iluminadores pero apenas ninguna sombra; si ese es tu caso plantéate separar los iluminadores del resto, por ejemplo. Con unas cestas bonitas y algún que otro detalle, ¡puede quedarte una distribución preciosa!
2. Colección mediana: un carro portátil
Seguramente habrás visto en miles de ocasiones esos carros portátiles que se usan para multitud de cosas, desde almacenar productos de cocina hasta guardar cosas de papelería. Pues debes saber que si tu baño tiene espacio para uno, y tu colección de maquillaje ya es bastante amplia, este carro te salvará la vida.
La distribución del maquillaje dentro del carro es tan sencilla como si fuera en cestos; incluso puedes añadirle pequeños cestos al carro, para hacer que todo quede mejor distribuido. De nuevo, podrás dividir tu colección en productos del rostro, productos de los ojos y productos de los labios. Recuerda dejar un espacio para las brochas, y no olvides que las esponjas para esparcir el maquillaje deben secarse en un lugar abierto para no contaminarse de cualquier suciedad. Tu baño quedará mucho más bonito con tu colección de maquillaje a la vista en un carro así, y a ti te resultará mucho más cómodo a la hora de coger cualquier producto.
3. ¿Y si mi colección es más grande? Un armario específico
No obstante, hay gente que tiene mucho más maquillaje, y que incluso el baño se le puede quedar pequeño. En ese caso, tendrás que recurrir a comprar un pequeño armario, una cómoda con varios cajones que te permita guardar todos tus productos. Si bien es cierto que necesitarás más espacio para eso, debes saber que también tiene sus ventajas: al estar todo guardado en cajones, tu maquillaje no cogerá polvo.
Puedes optar por dividir tu maquillaje por partes del rostro, aunque si tienes más cajones puedes ser incluso más específica; puedes dedicar uno a las bases de maquillaje y los polvos (ya sean compactos o translúcidos), otro a contornos, iluminadores, rubores y bronceadores, otro para los ojos y otro para los labios. Hay quien prefiere almacenar en el cajón más accesible todo lo que suela usar en su día a día, porque así le resulta más cómodo cogerlo. Es cuestión de ir viendo tú cuál de estos métodos se adapta más a ti, y no hay nada mejor que ir probando para poder elegir en condiciones.