El reciclaje es un proceso para crear nuevos objetos a partir de materiales usados y viejos, lo que ayuda a reducir la energía y materiales bastante útiles en vez de ser desperdiciados. Por su parte, el término de sostenibilidad ha ido tomando mucha importancia en los últimos años y se refiere a la satisfacción de las necesidades actuales sin poner en riesgo la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, asegurando así el equilibrio entre cuidado del medio ambiente, crecimiento económico y bienestar social.
Este concepto aplicado al reciclaje significa que es fundamental que el reciclaje esté seco, limpio y separado en función de a la categoría que pertenezca. Y es que, la gestión eficiente de los residuos necesita de la colaboración de todos los ciudadanos. Si separamos todo correctamente, la recuperación de los materiales reciclables será mayor.
Conseguir ese reciclaje sostenible siempre será posible si cada uno de nosotros tomamos acción para ayudar al planeta, por ejemplo: podemos separar la basura, apagar las luces, usar productos que se puedan reutilizar, consumir frutas y verduras ecológicas, cerrar los grifos correctamente, evitar dejar los aparatos enchufados, utilizar el termostato, coger el transporte público...
La importancia de los centro de acopio
Los centros de acopio tienen la función de reunir la producción de pequeños productores para que puedan competir en cantidad y calidad en los mercados de los grandes centros urbanos. Como sabemos, la cadena de valor que gira en torno al reciclaje podrá beneficiarse si cada uno de nosotros contribuimos a separar los materiales correctamente.
A continuación, vamos a ver cinco conceptos claves sobre lo importancia que tiene el hecho de llevar los materiales secos, limpios y separados al centro de acopio:
- Calidad del material: Si el material está limpio, seco y separado, se asegura una mayor calidad del material para ser comercializado y reutilizado.
- Contaminación cruzada: Si uno de los materiales está mezclado con un residuo contaminante, como por ejemplo el aceite de los atunes, puede contaminar otros valorizables, como el cartón o papel, convirtiéndolo así en material que no vale y que impide que sea reciclado. Como dato curioso e importante para tener en cuenta: una gota de aceite usado contamina 1000 litros de agua.
- Rentabilidad:Este factor aumenta cuando se dedica menos horas y menos recursos a la tarea de separar el reciclaje. Además, también impedimos que que tengan que invertir recursos en llevar lo que no se puede reciclar a los rellenos sanitarios, algo que tiene mucha importancia porque muchas familias dependen de esta ayuda económica y sacan beneficios de la campaña.
- Salud y limpieza: El material limpio hace que no hayan malos olores en el centro de acoplo y que no se formen plagas que puedan afectar a la salud de los colaboradores.
- Rotación de material: Si separamos el material, los procesos se agilizan y el reciclaje va mucho más rápido, dejando espacio para la recepción de más de más materiales valorizables.
Cómo separar el reciclaje correctamente
- Papel y cartón: Este tipo de basura que acumulamos en casa se refiere a periódicos, sobres, cartas, papeles varios, e incluso cartones de huevos o de leche. Su correcto reciclaje es tirándolo al contenedor azul, por supuesto sin estar mezclado con restos de envases de plástico o comida. Tampoco olvides plegarlos para tirarlos correctamente.
- Plástico y envases: En esta categoría incluímos las garrafas y botellas de aguas, sprays, aerosoles, botes o latas y bandejas en las que viene la fruta, la carne o el pescado. El contenedor apropiado para estos desechos es el amarillo.
- Basura orgánica: Se refiere a todo lo que sean sobras, comida o pieles de frutas y verduras. No olvides que en el cubo o en la bolsa en la que depositemos todo esto, no puedes echar aceites, productos de higiene femenina o pañales. El contenedor marrón es el indicado.
- Cristal y vidrio: Nos referimos al vidrio de botellas de cristal o de frascos de conservas y también a cualquier cosa de cristal que se haya roto. Hay que tirar este tipo de reciclaje al contenedor verde, nada de a los residuos orgánicos.
- Desechos y restos: Algunos ejemplos son las colillas, los pañales, las compresas femeninas, los restos de polvo que recogemos cuando barremos nuestra casa, los restos de la bolsa de la aspiradora, las cuchillas de afeitar, los chicles o los estropajos de cocina. Todo esto se recicla en el contenedor de color gris.
Otro tipo de objetos como es la ropa, el aceite, los juguetes, las pilas o elementos como electrodomésticos, tintas de impresoras, o lámparas, hay que llevarlos al punto de reciclaje de nuestro barrio, pueblo o ciudad para depositarlo allí. Y es que todo esto son residuos que, o bien tienen otro proceso de reciclado, o bien no son reciclables. De esta manera, podrás separar toda la basura correctamente y participar en el buen cuidado del medio ambiente.
Reciclaje de electrodomésticos
La evolución continua y rápida de la tecnología que vivimos en nuestros días trae como consecuencia una enorme generación de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos. Parte de estos pequeños electrodomésticos contienen sustancias altamente tóxicas como plomo, mercurio y cadmio que pueden dañar al medio ambiente y afectar a la salud humana, por esta razón requieren de un tratamiento especial. Supone un gran peligro el hecho de que estos aparatos acaben en vertederos mezclados con el resto de basura en lugar de reciclarse de forma controlada, pues expulsan gases refrigerantes y aceites contenidos en frigoríficos y aparatos de aire acondicionado, polvo fosforescente presente en los televisores de tubo de rayos catódicos o pilas y condensadores que podemos encontrar en otros equipos.
Cada año se ponen en circulación en España casi 100.000 toneladas de electrodomésticos pequeños como: maquinillas de afeitar, batidoras, radios, plantas, tostadoras... El futuro de estos aparatos electrónicos y eléctricos viene marcado por las famosas 3 R:
- Reducir el consumo de aparatos electrónicos y reparar: Cada vez se consumen más aparatos y se sustituyen con mayor rapidez por otros nuevos. Reducir el consumo es una medida preventiva que intenta disminuir el número de toneladas de desperdicios a reciclar. Una buena opción para frenar esto es pensar en que antes de tirarlo, está la opción de darle un nuevo uso mediante su reparación.
- Reutilizar: Si no es posible repararlo, podemos reutilizar alguna de sus partes en otros aparatos o darles una nueva vida. Eso si, siempre asegurándose de su correcto funcionamiento. Hay que evitar que estos objetos vayan destinados al vertedero.
- Reciclar: Todo objeto puede ser reciclado de alguna u otra forma, solo hay que romper con las costumbres y estereotipos de lo que es la decoración, lo práctico y la vida cotidiana. Transforma los aparatos para que puedan volver a ser usados por otros usuarios y si el producto ya no funciona y no hay posibilidad de ser utilizado, se debe optar por el reciclaje.
Razones para reciclar
Reciclar es responsabilidad de todos y las consecuencias que conlleve su mala práctica también recaerán sobre nosotros o nuestras futuras generaciones. Por ello, hay que saber el porqué de la importancia del reciclaje, pues es una de las actividades más sencillas en las que podemos participar en nuestro día a día.
Por ejemplo, cuando reciclamos le estamos dando tiempo al planeta para reforestarse, pues se reduce la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación del aire y el agua. Y es que por cada tonelada de papel que se recicla se salvan 18 árboles.
Otro motivo por el que tenemos que concienciarnos para reciclar es que esta tarea reduce la presión sobre los rellenos sanitarios existentes, aumenta su vida útil y reduce la necesidad de crear otros nuevos. Además de que se ahorra tiempo y dinero en la elaboración de nuevos productos.
Por otro lado, recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo; y por cada envase que se recicla, se ahorra la energía necesaria para mantener un televisor encendido por 3 horas. En definitiva, reciclar es reflejo de cultura y responsabilidad social. Ya tienes muchos motivos para hacerlo... ¿Te unes al cambio para una mejora del planeta y de tu vida?
Curiosidades sobre el reciclaje sostenible
- La grasa humana obtenida por liposucción puede ser reciclada como combustible.
- Las latas de aluminio se pueden reciclar y volver a poner en el estante de una tienda en tan sólo unos 2 meses.
- 27.000 árboles son talados cada día para hacer papel higiénico.
- El reciclaje de una sola botella de plástico puede conservar la energía suficiente para iluminar una bombilla de 60W hasta 6 horas.
- Si reciclamos todos los periódicos se podrían ahorrar más de 250 millones de árboles cada año.
- En Finlandia se recicla casi el 100% de las botellas de vidrio y 9 de cada 10 botellas de plástico se devuelven para el reciclaje.
- El reciclaje de una tonelada de plástico puede ahorrar hasta 7.500 litros de gasolina.
- En Alemania, el "Proyecto Doggone" recicla animales domésticos fallecidos y los transforma en abono.
- Las bolsas de plástico que se tiran en el océano matan a más de un millón de criaturas marinas al año.
- El reciclaje ayuda a conservar la energía y como resultado menos son emitidos menos gases de efecto invernadero.
- Para producir los periódicos del domingo cada semana se tienen que cortar medio millón de árboles.